Hoy en día y más aún bajo esta difícil situación de la pandemia, se está dando una grave situación que cobra la vida de muchos adolescentes y adultos por problemas de suicidio, drogadicción y alcoholismo, todo esto producto de varios factores, uno de estos de suma importancia es el «Vacío Existencial», la falta de sentido en la vida, contradictoriamente a un animal, los instintos ya no le indican a un ser humano lo que tiene y puede hacer, es un ser racional que sin embargo sufre de una razón de ser en la vida, es decir al parecer el mismo no sabe que es lo que quiere ser y hace, llegando a un conformismo en su vida que en algunos casos da por resultado el suicidio, siendo necesario tener una «misión» en la vida, más que una simple autorrealización, es decir que las personas buscan realizarse en un trabajo o profesión sin verdaderamente disfrutar o querer ser esto, estando totalmente separado de una misión en la vida de lo que realmente se quiere ser, logrando así lo que el excelente psicólogo Vicktor E. Frankl llamo «La Voluntad de Sentido», lo cual es una necesidad específica del ser humano, ¿yo me permito preguntar al lector a que ha venido a este mundo? cuál es el sentido de su vida cual es la razón de ser, se vive hoy en día en una época de falta de sentido, así la educación debería no solo de transmitir conocimientos sino también refinar la conciencia para que el hombre sea capaz de escuchar su razón de ser y no caer en un conformismo y aquí me permito comentar, un verdadero maestro docente de un arte marcial deberá de ver hoy en día a su disciplina como un humanismo y no solo como una forma de enseñanza de técnicas de combate o bellas «formas» de competencia, sino también de en caminar al practicante a tener la voluntad de autorrealizarse y buscar su verdadero desarrollo personal.
Sin embargo, no es una tarea fácil, el mundo está lleno de envidia, explotación y violencia, como verdaderos guías marciales más que simples instructores tenemos que combatir la desidia, pereza y la negatividad, en una palabra, la autodestrucción, enseñar que tenemos que disfrutar la vida y llegar a superar la muerte y esto no se podrá lograr cuando uno mismo como maestro no sabe a qué ha venido a esté mundo, entender que uno es una guía en el camino del practicante que como maestros docentes, no solo debemos enseñar «valores», sino vivirlos y practicar estos valores en nuestras disciplinas marciales, llegando a ser autosuficientes conociendo y sabiendo que quiere ser uno verdaderamente en esta vida.